La
mala hora – Gabriel García Márquez.
Un
pueblo que sufre la negligencia de sus gobernantes. Un país recién salido de la guerra, que está
propenso a entrar en otra. Habitantes que buscan excusas para compensar sus
malos hábitos. “La Mala Hora” no es más que una crítica social a un entorno moralmente
destruido.
Gabriel García Márquez, como en varias de sus
otras obras, intenta desglosar la mentalidad humana, que a veces se vuelve
absurda e inclusive oscura, en una sociedad donde todo parece podrido, no sólo
políticamente hablando, sino que también toca temas morales importantes.
La
historia se va desarrollando en un pequeño pueblo, donde alguien, por motivos desconocidos,
coloca pasquines (carteles) en la entrada de las casas, revelando secretos muy
personales de sus inquilinos, haciendo que se formen alborotos entre los
pobladores. Todo comienza con un asesinato debido uno de los pasquines. El pueblo, temiendo a
que otra tragedia se desate, comienza a tomar medidas ante la situación.
Mientras tanto, la entidad gubernamental más importante del pueblo,
representada por el Alcalde de este mismo, trata de que los habitantes guarden
la calma y al principio decide no importarle su drama con los carteles. Poco a
poco se van desenvolviendo las personalidades de cada personaje involucrado,
mientras se van revelando grandes problemas sociales como es la corrupción (Más
vista por la parte del gobierno y el alcalde), las infidelidades, negligencia
social y moral.
Nuestro querido Gabo nos da un abreboca de su
obra maestra “Cien Años De Soledad”, con esta que viene siendo su tercera obra.
Bajo mi propia opinión, la obra la sentí algo
lenta. El lector al principio se ve atrapado en el misterio de los pasquines,
pero poco a poco, a medida que se va desarrollando la trama, nos quedamos
esperando a que algo verdaderamente significante ocurra. El libro más que todo,
se centra en el desarrollo social del pueblo, bajo una “semi-dictadura” y bajo
todos sus inconvenientes sociales. A pesar de lo lenta que pueda ser, al
terminarla me sentí lleno de una gran crítica. Analizando bien la situación,
todos los inconvenientes que se dan a través de la historia no se diferencian
mucho a la realidad de ciertos gobiernos, o ciertos países. Eso me llevo de “la
mala hora”, y me siento satisfecho de ello, ya que creo que fue el propósito
del autor al escribir semejante libro, darnos no sólo un adelanto de lo que su
potencial en la escritura se convertiría más adelante sino que también hacernos
pensar en la cruda realidad de los humanos. Técnica que más adelante resaltó e
hizo a dar a conocer en su totalidad en su galardonada obra “Cien Años De
Soledad”.
Yo en lo personal la recomendaría para
quienes les guste el tema político. Tenemos el típico caso de la persona del
gobierno que se quiere “chulear” la
plata de los pobladores. Vemos el deterioro de un pueblo olvidado por sus
superiores. Admiramos esa “gota que derramó el vaso de agua” al final del libro
y las injusticias dadas a los supuestos culpables, que terminan siendo inocentes
opositores (tema que se toca con uno de los personajes).
Un consejo para terminar: Hay que tenerle paciencia
a la obra. El mensaje que nos quiere dar el autor al final de todo, si bien lo
analizamos correctamente, es lo que más cuenta.
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